Realidad, apariencia, relativismo y escepticismo
¿Que hay de tí?
En este apartado te compartimos información relacionada a la realidad y todo lo que se deriva de ella como el relativismo, la certeza y el error entre más temas que pueden ser de tu agradado, además aparacerá una serie de reflexiones que podras leer y disfrutar de ellas.
Realidad
Es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tal realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido, la realidad se distingue no sólo de todo lo aparente, imaginario y fantástico, sino, además, de lo que es solamente lógico (concebido), aunque esto último sea por completo justo; también se diferencia de todo lo que sólo es posible, probable, aunque aún no exista.
Apariencia
La apariencia es la manifestación directamente asequible a la percepción sensorial de la esencia de los objetos en sus rasgos no fundamentales, superficiales o inestables. Por oposición al concepto corriente en la filosofía burguesa, que separa la apariencia de la esencia, negando el carácter objetivo de la primera, Lenin define la apariencia como uno de los aspectos de la esencia, uno de sus momentos, y recalca su carácter objetivo.
Relativismo
Es la teoría que sostiene el carácter subjetivo, relativo y condicional del conocimiento humano. El relativismo, al reconocer el carácter relativo del conocimiento, niega su objetividad y considera que en nuestras nociones no se reflejan las propiedades del mundo objetivo. “El relativismo, como base de la teoría del conocimiento, no sólo es el reconocimiento del carácter relativo de nuestras nociones, sino también la negación de cualquier medida o modelo objetivo existente independientemente de la humanidad hacia el cual se aproxima nuestro conocimiento relativo” (Lenin).
Escepticismo
El escepticismo es la corriente filosófica que expresa la duda en la posibilidad de un conocimiento veraz, de la verdad objetiva. Los escépticos elevan la duda al nivel de un principio; ante cada objeto, dicen, son admisibles dos opiniones que se excluyen mutuamente: la afirmación y la negación, y por eso nuestros conocimientos acerca de las cosas no son veraces.